Hoy en día vivimos inmersos en una sociedad cada vez más tecnológica, más digital. Esto conlleva a que se modifique nuestra manera de comportarnos, y a que haya que adaptar algunos síndromes que no pensábamos que podían existir, como es el caso del ‘Diógenes Digital’.
El Diógenes Digital deriva del Síndrome de Diógenes, el cual es un trastorno que afecta principalmente a personas mayores que viven solas, y que consiste en la acumulación compulsiva de todo tipo de objetos y desperdicios en el hogar. Esto a su vez, afecta al comportamiento social de la persona, favoreciendo el aislamiento, y su descuido en la higiene personal.
Pues bien, según lo anterior ¿qué podría ser el Síndrome de Diógenes Digital? Consiste en la acumulación de material multimedia como e-mails, documentos, películas, videojuegos, etc. ¿Es un problema guardar este tipo de elementos? Si es de utilidad para nosotros/as, no. Cuando empieza a convertirse en este síndrome, es cuando se acumula todo este material por el simple hecho de tenerlo ahí, aunque se sepa que no lo vamos a usar, o sean e-mails que no vamos a leer.
Las ofertas de contenido digital que ofrecen plataformas como Steam (para videojuegos) o Google Play (para películas, libros, aplicaciones, música, etc.), entre otras, por unos pocos euros e incluso céntimos, pueden incentivar este comportamiento compulsivo de almacenamiento, pensando que es tan barato que en algún momento futuro se le dará uso.
En cierto modo, la propia tecnología nos facilita este comportamiento, haciendo que acumular este tipo de archivos sea cómodo y barato. A diferencia del Diógenes “tradicional”, esta derivación no nos ocupa apenas espacio en casa, ya que suele quedarse la mayor parte del material en el propio dispositivo electrónico. Si se decide guardar en discos duros externos o pen drives, empiezan a ocupar más espacio a pesar de ser objetos de pequeño tamaño. De hecho, esto ni siquiera es necesario hoy en día, tenemos muchísimos servicios basados en la nube, que nos ofrecen almacenar todos los archivos que queramos a los que podemos acceder desde distintos dispositivos (conectados a Internet), y que muchos de ellos nos dan cierto espacio de manera gratuita.
Por tanto, ¿qué podemos hacer para evitar caer en esta acumulación?
Pues al igual que hacemos en nuestro día a día, tenemos que deshacernos de aquello que no utilizamos, que se ha quedado antiguo, que tenemos repetido, etc. De vez en cuando conviene hacer cierta “limpieza” para deshacernos de cosas que, a veces, ni recordamos que tenemos. Tenemos que tener nuestro sistema digital al igual que nuestra casa, ordenada y dejando sólo aquello que realmente podamos necesitar o querer de verdad.
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