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El miedo a la incertidumbre

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Miedo a lo desconocido

El miedo a la incertidumbre o a lo desconocido puede llegar a condicionar tu vida, haciendo que no salgas de tu zona de confort, a pesar de que no estés a gusto con tu situación. Es un miedo irracional pero que todas las personas experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Llega a ser más frecuente en personas con una excesiva necesidad de control o personas muy ansiosas.

¿Por qué surge el miedo a la incertidumbre?

Saber lo que va a pasar, los siguientes pasos que tenemos que dar, nos da seguridad y, por tanto, tranquilidad. Los cambios y, sobre todo, el no saber lo que va a ocurrir, puede provocarnos ansiedad y estrés, incluso ataques de pánico. Esto puede incrementarse ante cambios muy trascendentales o que pueden marcar mucho la diferencia de nuestra vida actual a un cambio de vida diferente como aceptar un trabajo en otra ciudad, dejar una relación muy duradera, etc. Puede que lo percibamos como una pérdida de control y que esto derive en un bloqueo.

El impacto psicológico de la hipogalactia

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El vínculo de una madre.

Durante el embarazo, muchas madres se plantean qué tipo de lactancia les gustaría para su bebé. Hoy en día las mujeres embarazadas suelen hacer la “preparación al parto”, y ésta no suele incluir demasiada información sobre la lactancia. A veces, parece que se da por hecho que la lactancia materna es algo natural y que surgirá así en los casos que se desee. Sin embargo, el parto también es un proceso natural y cada vez se hace más preparación al mismo para que la mujer sea consciente de las distintas posibilidades y pueda prepararse tanto física como emocionalmente.

Los efectos de tener un padre intermitente

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Padre abandonando.

Un padre intermitente es aquel que no está presente de manera regular en la vida de sus hijos/as. Es decir, aparece y desaparece sin que haya un patrón concreto y sin que se sepa en qué momento reaparecerá. Esto puede implicar una falta de participación en la crianza, dificultad para establecer vínculos afectivos y, a veces, ausencia económica. Puede darse durante distintas etapas de la vida de los/as hijos/as.

¿Por qué en masculino y no en femenino? En la mayoría de los casos que se reportan en consulta el progenitor intermitente es el padre, aunque, por supuesto, también puede ser la madre. Dado que la mayoría son los padres, el artículo se redactará en masculino aunque si has tenido una madre intermitente, también puede aplicarse.

El proceso terapéutico: expectativas vs realidad

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El proceso terapéutico comienza con la primera sesión. La primera sesión puede generar curiosidad y, a veces, nerviosismo o ansiedad. Muchas personas llegan con ciertas ideas o expectativas sobre cómo será y el resultado que obtendrá una vez finalice. En ocasiones, estas expectativas se ajustarán a la realidad y otras no.

La primera sesión es la primera toma de contacto que permitirá ir afianzando la alianza terapéutica, elemento imprescindible en terapia. A continuación, vamos a desarrollar algunas posibles expectativas que pueden tener quienes inician un proceso terapéutico.

Afrontando la maternidad

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La maternidad es una nueva realidad que se empieza a atravesar en el momento en el que te quedas embarazada. Distintos estudios han demostrado que el cerebro de la mujer empieza a cambiar desde el embarazo, preparándose para la maternidad.

Los últimos estudios están considerando el paso a la maternidad como un período similar a la adolescencia debido a los cambios que se producen en la mujer, lo cual se denomina matrescencia. «La matrescencia es el término que define la transformación física, emocional y social que experimenta una mujer al convertirse en madre, una transformación que supone «desorientación y reorientación», un «perderse [en cada uno de los cambios] para reencontrarse, para reconstruirse», según lo define Susana Carmona.

¿Cómo conseguir un sueño reparador?

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Sueño reparador

El sueño es un proceso fisiológico natural que se da en nuestro organismo en un ciclo aproximado de 24 horas. La hormona encargada de este proceso es la melatonina, la cual se encarga de regular el ciclo diario del sueño. La melatonina es inhibida por la luz y estimulada por la oscuridad. Por eso, lo habitual es que durante el día, si hemos descansado, estemos despejados y conforme va anocheciendo nos vaya entrando sueño.

Tener un sueño reparador y, por tanto, encontrarnos descansados/as por la mañana es fundamental para nuestro bienestar físico y emocional. Un sueño adecuado nos ayuda a hacer frente al día a día, a sentirnos «recargados/as» y a tener un mejor estado anímico. A su vez, nos ayuda a tener unos niveles más bajos de estrés y ansiedad.