A pesar del «prejuicio» que se tiene respecto a la ira por considerarla una «emoción negativa«, la ira es una emoción normal que hay que aprender a gestionar como el resto de las emociones.
Si dejamos que nuestra ira nos haga explotar y no la gestionamos correctamente, nos afectará pudiendo perjudicar nuestra salud física (aumento de la tensión arterial, sudoración, taquicardia, etc.) además de la mental debido a los pensamientos negativos posteriores sobre cómo hemos reaccionado. Asimismo, también puede perjudicar a nuestro entorno, especialmente a la hora de relacionarnos con otras personas.
Pero, ¿qué es la ira?
La ira es una emoción que se refleja en un incremento rápido del ritmo cardíaco, de la presión arterial y de los niveles de noradrenalina y adrenalina en sangre. Es habitual que quien tenga un episodio de ira muestre enrojecimiento, sudoración, tensión muscular, y una respiración agitada.
Normalmente aparece ante situaciones que experimentamos como amenazantes en algún sentido, que nos generan inseguridad, miedo o frustración.
¿Cómo puedo manejar mi ira?
- Piensa antes de hablar. Date tiempo antes de responder. Puedes contar hasta 10 para intentar calmar tus sentimientos antes de decir algo de lo que puedas arrepentirte posteriormente.
- Exprésate de forma asertiva. Explica a la otra persona cómo te sientes de forma asertiva, es decir, sin atacar a la otra persona, intentando indicar tu punto de vista de forma neutral. Indica lo que te preocupa de la situación y lo que tú consideras oportuno sin tratar de imponerlo.
- Realiza ejercicio físico. El ejercicio ayuda a reducir los niveles de estrés y la frustración. Tras una situación en la que notes que tu ira aumenta, prueba a realizar algún tipo de ejercicio físico que te guste o, simplemente, salir a correr para liberar endorfinas. Practicar ejercicio de manera habitual también nos ayuda a mantenernos más relajados.
- Relájate. Además del ejercicio físico, las técnicas de relajación y/o meditación vienen muy bien para afrontar situaciones estresantes y tener una herramienta con la que controlar «in situ» el aumento de nuestra ira.
- Plantea alternativas. En lugar de centrarte en lo que te disgusta o enfada de la situación, intenta buscar otras posibles opciones ante el evento que te genera estos sentimientos. La ira por sí misma no va a hacer que una situación cambie.
- Pide disculpas. Si, finalmente, has «explotado», pide disculpas a la/s persona/s que se hayan visto afectadas y luego piensa en la situación y plantea otra forma de haber reaccionado. Esto te servirá como entrenamiento para aprender a enfrentarte a otra circunstancia similar en el futuro.
- Utiliza la empatía. Piensa en cómo te sentirías tú si la otra persona actuara como tú lo estás haciendo ante esa misma situación.
- Usa el humor como estrategia de afrontamiento. A veces para manejar una situación nos es más fácil si nos la llevamos a un terreno conocido. Para ello podemos usar el humor como medio para intentar ver lo que ocurre desde otra perspectiva y quitarle un poco de «hierro» al asunto.
- Mantén una adecuada higiene del sueño. Procura dormir entre 8-9 horas para encontrarte descansado/a. El cansancio puede llevarnos a responder con ira ante situaciones que, de haber descansado, no valoraríamos igual.
- Evita, en la medida de lo posible, a personas y circunstancias que te puedan hacer explotar. En caso de no poder evitarlo, intenta mantener una relación cordial, sin entrar en muchos detalles, e intentando expresarte de la forma más asertiva posible.
Aprender a controlar la ira puede convertirse en un gran reto para algunas personas. No dudes en buscar ayuda profesional si no puedes controlarla, si te lleva a situaciones que te generan malestar y provoca que te arrepientas de lo ocurrido y/o si te lleva a dañar a personas de tu entorno.
«Quien domina la ira, domina a su peor enemigo».- Confucio, pensador.
Referencias:
Cómo controlar el enojo antes de que lo controle a usted. Recuperado el 30 de agosto de 2020 de: https://www.apa.org/centrodeapoyo/enojo
Regader, B. Cómo controlar la ira: 7 consejos prácticos. Recuperado el 30 de agosto de 2020 de: https://psicologiaymente.com/clinica/como-controlar-la-ira