El miedo a la incertidumbre

Un miedo presente en la mayoría de las personas en algún momento de nuestra vida.

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Miedo a lo desconocido

El miedo a la incertidumbre o a lo desconocido puede llegar a condicionar tu vida, haciendo que no salgas de tu zona de confort, a pesar de que no estés a gusto con tu situación. Es un miedo irracional pero que todas las personas experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Llega a ser más frecuente en personas con una excesiva necesidad de control o personas muy ansiosas.

¿Por qué surge el miedo a la incertidumbre?

Saber lo que va a pasar, los siguientes pasos que tenemos que dar, nos da seguridad y, por tanto, tranquilidad. Los cambios y, sobre todo, el no saber lo que va a ocurrir, puede provocarnos ansiedad y estrés, incluso ataques de pánico. Esto puede incrementarse ante cambios muy trascendentales o que pueden marcar mucho la diferencia de nuestra vida actual a un cambio de vida diferente como aceptar un trabajo en otra ciudad, dejar una relación muy duradera, etc. Puede que lo percibamos como una pérdida de control y que esto derive en un bloqueo.

Es un miedo que suele ser circunstancial, por lo que suele aparecer en momento concretos de cambios que consideramos importantes. Sin embargo, puede llegar a estar muy presente en algunas personas y que se generalice a situaciones más cotidianas, generando grandes momentos de ansiedad en la persona que lo sufre.

También puede hacerse más notorio en los casos en los que la decisión no depende de nosotros/as, sino que nos afecta la decisión de otra persona o un elemento (como el tiempo) que no podemos controlar.

¿Cómo hacerle frente?
  • Acepta la realidad: No podemos controlarlo todo. Hay cosas que escapan a nuestro control y esto es normal porque no todo depende de nosotros/as mismos/as. La incertidumbre forma parte de la vida.
  • Exposición. Es fundamental aprender a tolerar las sensaciones de malestar que te genera este miedo. Tienes que hacerlo de forma gradual. La exposición es necesaria porque si siempre evitas experimentar esas sensaciones, nunca te habituarás a ellas y hay que aceptarlas. 
  • Adecua tus expectativas. Normalmente el miedo a la incertidumbre sobreviene cuando tenemos pensamientos distorsionados sobre lo que puede ocurrir. Es importante analizar bien la situación y planificar nuestros pasos de forma realista. Importante además dedicarle el tiempo adecuado, ya que a veces podemos invertir demasiado tiempo en elaborar esto. 
  • Procura estar abierto/a a distintos resultados posibles. Siguiendo con el punto anterior, hay que ser consciente de que pueden ocurrir distintas cosas y que no todas pueden salir como esperamos. Tenemos que aceptar que puede salir mal. El fracaso también es un resultado aceptable y nos aporta aprendizaje. 
  • Intenta vivir en el presente. Aunque en ocasiones tengas que recurrir a las posibilidades futuras, procura que no sea lo habitual. No necesitas estar anticipando todo lo que va a pasar en tu día a día. Céntrate en lo que estás viviendo, percibiendo, sintiendo, en el momento.
  • Recuerda tus logros anteriores. Piensa situaciones anteriores que puedan tener similitud y que tuvieras resultados satisfactorios. Esto te ayudará a mantener un buen nivel de autoeficacia percibida.

Si ves que nada de esto te funciona o que no es suficiente, busca ayuda profesional para que se adecue a lo que necesitas. 

«Consideramos la incertidumbre como el peor de todos los males hasta que la realidad nos demuestra lo contrario», Karr

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