¿Sabes cuál es el origen de esta práctica?
Originaria de Asia, costumbre helénica.
Esta costumbre religiosa señalaba que la mujer debía ofrecer su virginidad y fertilidad a la diosa Venus o algún dios equivalente.
Esto debía realizarse mediante la unión con un sacerdote o un extranjero; el forastero debía pagar con una ofrenda en especie o en metálico para costear los cuidados de la diosa. Se suponía que la divinidad, en agradecimiento, derramaba sus favores sobre el pueblo de las mujeres.