Cuando una persona se dedica a cuidar a otra, contempla cómo varias de sus esferas física, psíquica y social se ven afectadas por esta actividad.
Una persona cuidadora puede sufrir distintos cuadros provocados por la situación que implica dicho cuidado como un cuadro depresivo, insomnio, irritabilidad, cambios de humor, disminución de sus defensas que se puede reflejar en distintas afecciones médicas, además del coste económico que supone hacerse cargo de un paciente con alguna patología.
Sin embargo, también el hecho de cuidar a otra persona nos puede aportar aspectos positivos a los que tenemos que aferrarnos para que no solo nos dejemos llevar por las consecuencias negativas que tiene esta labor.
¿Qué aspectos positivos podemos encontrar al cuidar?
- Sentirnos satisfechos/as de nuestra labor. Cuidar puede implicar una forma de demostrar lo que significa para nosotros/as la persona a la que cuidamos.
- Demostrarnos facetas desconocidas. A veces, tenemos cualidades que no han salido a la luz porque no han tenido la oportunidad. En una situación en la que tenemos que demostrar distintas habilidades como es hacerse cargo de una persona con una enfermedad, podemos darnos cuenta de que somos capaces de hacer cosas que eran impensables.
- Aprender a controlar las emociones. Cuidar de otra persona implica que tenemos que autogestionarnos y desarrollar nuevas técnicas para controlar nuestros impulsos y las emociones que sentimos.
- Aprender cosas nuevas. Especialmente relacionadas con la enfermedad de la persona a la que cuidamos, de su alimentación, de su movilidad, etc.
- El agradecimiento de la persona cuidada. Si la persona cuidada es consciente de la labor que estamos haciendo por ella, es probable que nos lo agradezca y esto nos haga sentirnos bien por nuestro esfuerzo. Asimismo, aunque no sea capaz de expresarlo verbalmente, podemos notarlo al ver que se encuentre bien y tranquila, y esto puede satisfacernos.
- «Devolver el favor». Hay personas que consideran que cuidar a sus familiares compensa el tiempo que ellos/as les dedicaban cuando eran pequeños/as, lo cual hace que se sientan en equilibrio.
- Puede dar sentido a nuestras vidas. En algunos casos, hay personas que ven en el cuidado una oportunidad para sentirse útiles y tener una labor que llevar a cabo.
- Aprovechar mejor el tiempo. Al tener que organizar nuestro tiempo para no desatender a la persona que cuidamos, el tiempo libre que se tiene se organiza de forma que nos cunda más para poder desarrollar todo lo que tuviéramos previsto en dicha franja.
Por tanto, es importante que intentemos acogernos a estos aspectos positivos que tiene cuidar para que nuestra labor sea llevadera tanto para nosotros/as como para quien cuidamos. Aun así, es importante no sobrecargarse y recurrir a asociaciones o buscar un/a profesional para que nos apoye cuando lo necesitemos.
Referencias:
Centeno, C. (2017). Consecuencias del cuidado en la vida del cuidador. Enfermedad de Alzheimer y calidad de vida. Capítulo 24, pp 461-473