Hoy os traigo un nuevo cuento para pensar, un cuento de Nasrudín:
«Una noche, tarde, Nasrudín se encuentra dando vueltas alrededor de una farola, mirando al suelo. En ese momento, pasa por allí un vecino y le pregunta:
- ‘¿Qué buscas, Nasrudín? ¿Has perdido algo?’
- Él le contesta: ‘Sí, he perdido la llave de mi casa’.
El vecino, amablemente, se queda con él para ayudarle a encontrarla. Pasado un rato, una vecina les ve y pregunta:
- ‘¿Qué os pasa? ¿Qué estáis buscando?’
- El vecino contesta: ‘La llave de Nasrudín’. Y también ella, solidaria, se queda para ayudarles a encontrarla.
Más tarde, otro vecino que pasa se une a ellos para mirar bajo la farola. Juntos, los cuatro buscan y buscan. Hasta que acaban cansándose… Entonces, uno de los vecinos le dice a Nasrudín, exasperado:
- ‘Llevamos demasiado tiempo buscando. ¿Estás seguro de que has perdido aquí tu llave?’
- Nasrudín responde: ‘No, la perdí dentro de mi casa’.
Los que le ayudaban a buscar se le quedan mirando, enojados, confundidos, y la mujer pregunta:
‘¿Y por qué la estamos buscando aquí, bajo la farola?’
A lo que Nasrudín responde: ‘Mi casa está muy oscura; en cambio, aquí hay luz. Por eso pienso que es aquí donde debo buscar’.»
¿Estás buscando lo que quieres encontrar en el sitio correcto?