Según Castelló Blasco (2005), la Dependencia Emocional (DE) es la «necesidad extrema de carácter afectivo que una persona siente hacia su pareja a lo largo de sus diferentes relaciones». Esta dependencia está relacionada con el tipo de apego con los padres durante la infancia.
¿Cuáles son las características que identifican a una persona con DE?
Hay una necesidad excesiva del otro; deseo de acceso constante a la pareja; prioridad de la relación sobre cualquier otra consideración, tanto, que quieren exclusividad con su pareja, descuidando sus amistades porque les quitan momentos de intimidad y confidencialidad; y, sobre todo, un miedo intenso a la ruptura o al abandono. No consideran ningún motivo que pudiera llevarle a la ruptura de la relación.
Una persona con esta necesidad de afecto, piensa que si su pareja no le da un nivel de entrega total, es que ya no la quiere. Todo es insuficiente, experimentando una sensación de vacío crónica.
Se entusiasma desde el principio, lo cual les conducirá a bastantes decepciones.
La persona con DE cede siempre ante las decisiones y peticiones de su pareja porque así previene la ruptura.
Además, se siente como un fraude o que tiene taras que su pareja pueda descubrir. Su pareja vale mucho más que ella. Se siente una persona pequeña.
Sin embargo, y lejos de lo que pueda parecer, la DE no implica celotipia.
Se dan conductas obsesivas hacia la persona amada (llamadas telefónicas, reclamos de contacto, búsqueda de intimidad asfixiante, reclamos de atención y cariño, interrogatorios sobre lo que el otro siente para reafirmarse, expresión constante de amor, chequeo de mensajes y correos, etc.), emociones desproporcionadas y vinculadas a las acciones de la pareja (euforia si le presta atención, pánico ante la idea del abandono, angustia si percibe desinterés), cogniciones centradas en el otro (hipervigilancia, terror al rechazo y a la ruptura, pensamiento monotemático, idealización del otro, intolerancia a la soledad, creencia de que la vida sólo es satisfactoria en pareja).
Esto puede llevar a que la pareja se sienta asfixiada, haya amagos de ruptura, abusos, y desenamoramiento.
En la ruptura (si se produce) puede sentir un tremendo sufrimiento con comportamientos desesperados. Un duelo muy cronificado o intenso puede derivar de una DE.
En situaciones de inter-relación, se pueden estancar y abandonar su ocio para pensar en cómo será su próxima relación, que hará con su pareja, etc.
Por último, destacar que suelen ser, en su mayoría, mujeres las que acuden a consulta por este problema.