Afrontar el duelo de tu mascota

Todas las personas sufrimos la pérdida de otras en algún momento de nuestra vida. Pero, ¿qué pasa cuando perdemos a nuestra mascota?

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Gato tumbado

El proceso de duelo es una respuesta emocional por la pérdida y separación, total e irreversible, de un ser querido o algo significativo con lo que se establece un vínculo emocional. Es una reacción adaptativa, natural y normal.

A pesar de que no sea un duelo patológico, quienes pasan un duelo pueden presentar síntomas como sentimientos de tristeza junto a otros como insomnio, pérdida de ilusión, falta de apetito y pérdida de peso.

Casi todas las personas hemos elaborado un proceso de duelo, y si no, lo elaborarán, por alguna persona de nuestro entorno que ha fallecido, necesitando para ello tiempo y apoyo para aceptar la pérdida. Sin embargo, podemos pasar por un proceso de duelo en otras circunstancias como cuando nos sobreviene una enfermedad o, como en el post que tratamos aquí, cuando perdemos a nuestra mascota.

¿Cómo es el duelo por nuestra mascota?

Es un duelo poco aceptado por quienes no han contado con el cariño de un animal en sus vidas que suelen no entender que una persona sienta este proceso y, por tanto, se desprecia, cohibiendo a la persona que lo afronta para que se exprese. Esto es doloroso para la persona que ha perdido a su mascota, quien la puede considerar como una más de la familia, ya que siente que no validan su dolor.

Es frecuente que quienes no hayan tenido mascotas o no hayan establecido ningún vínculo con éstas, como forma de “consolarte” te digan cosas como “bueno, no pasa nada, es sólo una mascota, puedes coger otra” o “tranquilo/a, que no es una persona, es sólo un animal”. Este tipo de comentarios no ayudan en absoluto a quienes han perdido a un ser que consideraban parte de su familia. Si la misma persona hubiera perdido a un familiar cercano, seguramente a nadie se le ocurriría decir algo como “bueno, no pasa nada, ha fallecido tu tío, pero aún te quedan más tíos”, ni comentarios similares, porque parece que no se puede equiparar el dolor de una pérdida humana por una pérdida de un animal, incluso aunque con el segundo haya un vínculo emocional más fuerte que con el primero.Hámster con las manos juntas

Cuando fallece una persona de nuestro entorno, se realizan “ritos funerarios” que pueden ayudarnos a elaborar el duelo, como llamar a personas cercanas de quienes necesitamos apoyo, contar con el apoyo de familia y amistades, realizar una misa en algunos casos, y enterrar o incinerar a la persona pudiéndonos despedir de ella. Sin embargo, esto no se suele producir cuando fallece nuestra mascota, no se suelen realizar llamadas a personas de nuestro entorno ni se hace una despedida pública para la misma, aunque sí se pueda enterrar o incinerar. La persona puede sentir que no se ha despedido como debiera de ella, lo cual perjudica la elaboración del duelo.

Otro aspecto que influye en el duelo por nuestra mascota es el sentimiento de culpabilidad que podemos asumir por su muerte. Si el animal ha pasado por una enfermedad, podemos atribuirnos la culpa de la misma por no haberlo cuidado bien o no haber hecho lo suficiente por él. Esta culpa también puede sentirse por haber recurrido a la eutanasia, a pesar de que fuera la mejor opción para aliviar el sufrimiento de nuestra mascota. También podemos llegar a sentirnos culpables cuando el fallecimiento ha sido en un momento en el que no estábamos con nuestra mascota, aunque es algo que no se podía prever.

Todo esto puede derivar en un duelo complicado para la persona y que, por todos estos motivos, decida no buscar ayuda profesional aún necesitándola.

Factores para el duelo complicado

Walsh (2009) describió 5 factores que podrían influir para el desarrollo de un duelo complicado tras la pérdida de una mascota:

  • El no reconocimiento del duelo. Lo que se ha comentado anteriormente sobre la no validación de los sentimientos experimentados.
  • La muerte accidental. Muerte traumática e inesperada del animal.
  • La pérdida ambigua. La mascota no ha fallecido, pero ha tenido que darla a otra persona porque no se puede encargar de cuidarla. Esta circunstancia se complica debido a la gran sensación de culpa que puede experimentar la persona al tomar esta decisión.
  • La acumulación de pérdidas. Tanto porque haya fallecido además de esta mascota otro animal, una persona, haya una pérdida de empleo, una ruptura sentimental, etc.
  • La función que la mascota cumplía en la familia. Hay personas que se dirigen a sus mascotas como sus “bebés”, teniendo todas las atenciones. Es duro para una persona llegar a casa y que no esté, no escuchar al animal ni verlo en sus estancias.Niño y niña con un perro
¿Cómo se puede elaborar mejor el duelo por nuestra mascota?

Lo más importante es sentir el apoyo de las personas más cercanas, que nos ayuden a validar nuestro dolor y nos permitan expresar todo lo que sentimos. Por ello, es conveniente no decir frases como las que se mencionaron en el apartado anterior despreciando la pérdida del animal, ni presionar a la persona por el tiempo que dure su duelo. Algunas personas pueden pensar que el duelo por una mascota debe ser en tiempo inferior al duelo por una persona, cuando ambos pueden tener el mismo impacto psicológico.

Si la persona tiene más mascotas, puede también recurrir al apoyo de éstas para enfrentarse a su dolor.

Es conveniente no intentar forzar a la persona para que acoja otra mascota sin haber superado aún la primera fase del duelo, ya que es posible que sienta que no está preparada aún o que va a traicionar o “reemplazar” a la fallecida. Además de que en el caso de que esta nueva mascota enferme o fallezca podría llegar a complicar el proceso de duelo, teniendo que asumir una nueva pérdida sin haber terminado de asimilar la anterior.

Asimismo el/la veterinario/a cumple una función esencial, pudiendo facilitar los primeros momentos tras la pérdida. Algunos/as profesionales de la veterinaria pueden tratar la muerte como un “trámite” más, restando importancia a los sentimientos de la persona dueña del animal. Incluso en algunos casos pueden llegar a decir “compra otro”, dificultando la elaboración del duelo. Por suerte, también podemos encontrarnos con todo lo contrario, veterinarios/as que te dejan despedirte a solas del animal antes de ponerle la inyección, en el caso de aplicar la eutanasia, y que te muestran su apoyo y comprensión ante la pérdida.

Asimismo, facilita la elaboración reducir la culpa, especialmente en el caso de haber llevado a cabo la eutanasia.

Por último, destacar que puede facilitar el duelo escribir una carta de despedida hacia nuestra mascota o realizar un “rito funerario” para despedirnos de ella.Agapornis roseicollis

Referencias:

Barreto, M.P. y Soler, C. (2007). Muerte y duelo. Madrid: Síntesis

Moreno, A. (2015). El proceso de duelo tras la pérdida de una mascota: Descripción y variables relacionadas. Universidad Pontificia de Comillas, Madrid

Walsh, F. (2009). Human- animal bonds II: The role of pets in family systems and family therapy. Family Process, 48(4), 481- 499.

7 Comentarios

  1. Buenas tardes, el miércoles pasado tuve que ayudar a mi gato a decansar.. Tenía 17 años y ya estaba malito y decidí dormirle.. Esa noche sí que sentí ese vacío y dolor desgarrador por otro lado normal, pero llevo desde entonces aturdida. No sé si es normal.

    Padezco de ansiedad y creo que estoy experimentando lo que otras veces me ha sucedido cuando la ansiedad era muy elevada, desrealización.

    No sé qué me está pasando, estoy bloqueada, como en shock. Tengo una sensación de irrealidad y de extrañeza, como si no pudiera sentir del todo, como si no fuera capaz de procesar que mi gato ya no está.

    Me han dicho que a veces pasa eso, que la mente te aleja de la realidad cuando es demasiado dolorosa, una especie de negación que deja pasar sólo el dolor que puedes manejar.

    Pero es muy desagradable, porque me siento desconectada de él, de sus recuerdos, de todo lo que ha pasado, como si mi mente no me permitiese por lo que sea recordarle y sentirle en profundidad. Incluso tengo distorsionada la percepción del tiempo, como si todo hubiese pasado hace mucho tiempo, le pienso y siento vacío y mucha angustia, pero no logro sentir más. Quiero decir, no logro ni siquiera echarle de menos, sentir ese vacío y dolor y tristeza que sentí el miércoles porque algo me lo impide.

    Estoy como bloqueada emocionalmente. Como si fuese todo una película. Hay algo que me impide conectar con la realidad.

    Cómo puedo salir de este estado?

    Muchas gracias

    • Buenas tardes Guadalupe:

      Siento mucho la pérdida de tu gato. Es una situación muy dolorosa la que se experimenta tras la pérdida de una mascota, especialmente cuando tienes un vínculo fuerte con ella. La pérdida es aún reciente y a cada persona le afecta de una forma, además de que tú misma comentas que ya te ha pasado esto de la desrealización en otras ocasiones. Al final es como un mecanismo de defensa que desarrollamos para no enfrentarnos a ese dolor, ya que es muy intenso y nos hace sufrir.

      No sé si será así, pero por tus palabras me parece que has estado (o estás) en tratamiento para la ansiedad que describes. Puedes realizar los ejercicios o tareas que te ayuden a reducir tu ansiedad también en este momento. Quizás controlando la ansiedad, vuelvas a la «realidad», salir de esa negación como tú misma indicas, y puedas ir elaborando tu duelo.

      Procura no forzarte a pensar en cómo deberías sentirte. Cada persona sufre las pérdidas de forma diferente, no hay una correcta o incorrecta, lo importante es asimilar lo ocurrido. Seguramente, poco a poco vayas siendo consciente de lo ocurrido y podrás volver a recordarle como te gustaría.

      En mi opinión, pienso que necesitas un poco más de tiempo para asimilarlo todo. Si ves que pasa el tiempo y continúas en el mismo estado, te recomendaría que acudieras a la persona con la que tratas tu ansiedad, si es que estás actualmente en tratamiento (también puedes irlo comentando ya e ir trabajándolo), o si lo deseas puedes contactar conmigo para que profundicemos en el por qué se ha «enquistado» esta situación en https://mariavillegas.es/consulta-online/

      Espero haberte ayudado.
      Un saludo.

      • Muchísimas gracias María,

        me ha ayudado mucho leer tu respuesta.

        Voy a darme mi tiempo, y si más adelante siento que lo necesito, te contactaré.

        De nuevo muchas gracias de corazón

        Un saludo,

        Guadalupe

  2. hola me llamo Andrea, mi perrita estaba ya muy viejita, tenia 17 anios y 17 dias cuando murio. Mi hijo Gabriel de 14 anios la encontro acostada en la cocina, quedamos que si la perrita el la encontraba en cualquier lugar que no fuera comodo, la debia tomar y llevarla a mi cama con una almohadita y taparla con una frazada. El 31 de Diciembre me quede dormida en el salon y fui para mi pieza no la encontre levante la frazada y alli estaba con una mancha de saliva alrededor de su boca, la llame y no reacciono, la levante y la cabeza estaba floja y la lengua de costado. Mi hijo dijo que todavia tenia posibilidades de vivir y yo le dije que no, que esto era el final, el lloro pero luego lo entendio, la pusimos en su camita y paso por varias etapas hasta que a las 5:30 fallecio. Para mi fue muy traumatico porque no podia dormir y la escuche en varias oportunidades gemir o aullar, pero nunca me miro o abrio los ojos o alguna reaccion a mis llamadas. Lasculpas por haberme quedado dormida y no saber si se ahogo o se murio de viejita , de no haberle hecho una mini resucitacion o de aberle dicho a mi hijo de ponerla en mi cama y taparla. Por lo visto ella intento pararse para ir a algun lugar no lo logro y se fue corriendo hasta quedar adentro de la manta, pero cuando era mas joven nunca le paso nada por quedarse dentro de la manta o por lo menos era mas rapida para salir.
    Gracias por leerme
    la extranio mucho y quiero que regrese algo que no va a ser posible nunca mas

    • Buenas noches Andrea:

      Siento mucho la pérdida de tu perrita. Es normal que afloren en ti sentimientos de culpabilidad tras la pérdida, pero piensa que aunque no te hubieras quedado dormida, probablemente tu perrita hubiera fallecido igual. Es muy duro asimilar la pérdida de tu mascota, pero intenta quedarte con las cosas buenas, con todo el cariño que tanto tu hijo como tú le habéis dado, momentos que habéis compartido con ella. Piensa también que gracias a los cuidados que le habéis dado ha llegado a cumplir 17 años.

      Os deseo mucho ánimo tanto para ti como para tu hijo y daos tiempo para afrontar el duelo que tendréis que pasar por ella. Es un proceso natural que conlleva tiempo.

      Un abrazo.

  3. Hola Me llamo Mar. El 17 de mayo dormí a mi Coki, mi gatito de 18 años. Estaba muy malito. Pero no dejo de sentir culpa. No puedo quitármelo de la cabeza. Lo echo tanto de menos. Siento que no puedo vivir sin el. No sé como voy a superarlo.

    Un abrazo.

    • Buenas tardes Mar:

      Siento mucho la pérdida de tu gatito. Es una situación muy dolorosa la que se experimenta tras la pérdida de una mascota, especialmente cuando tienes un vínculo fuerte con ella y tras muchos años de convivencia. Es normal sentir culpabilidad por haber tomado la decisión de dormirlo, sin embargo, piensa que esa decisión la has tomado por un motivo, imagino que porque estaría malito. Intenta pensar en los años buenos que le has dado y que has intentado que tuviera la mejor calidad de vida posible.

      Su fallecimiento aún está reciente, necesitas darte tiempo para superar el duelo. Te deseo mucho ánimo.

      Un abrazo.

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