Hoy os traigo una fábula que he leído y me parecía interesante compartir, aunque no he podido descubrir quién es el autor de la misma:
«En Arabia vivía un hombre modesto con sus tres hijos. Cuando éste murió, les dejó como herencia todas sus pertenencias y su ganado. Entre lo heredado, había 17 camellos. El deseo del padre, era que los repartieran de la siguiente forma:
- La mitad para el hijo mayor (17/2 = 8,5).
- Una tercera parte para el segundo (17/3 = 5,666666666666666666667).
- Una novena parte para el menor (17/9 = 1,888888888888888888889).
Cuando empezaron el reparto los hijos, no lograron ponerse de acuerdo, ya que 17 no es divisible por dos, ni por tres, ni por nueve para que se obtenga un número entero. No podían despedazar al camello, ni venderlo para repartirse el dinero, ya que el deseo de su padre era sólo el reparto.
Como era de esperar, los hijos discutieron porque no estaban de acuerdo en la forma de repartir los camellos, por lo que acudieron a una anciana sabia para que los ayudara. Tras reflexionar, la anciana les dijo: Mirad qué sucede si contáis con mi camello.
Ahora tenían 18 camellos, por lo que el hijo mayor tomó su mitad (9). El segundo hijo tomó su tercera parte (6), y el hijo menor su novena parte (2). Si sumamos (9+6+2) da como resultado diecisiete; por lo tanto, sobraba uno, el cual devolvieron a la anciana.»
Excelente metafora, me gusto mucho, asi como el contenido en tu pagina.
Te aliento para que puedas seguir publicando.