María Villegas. Psicóloga

¿En qué consiste el Síndrome del Niño Sustituto?

Bebé sobre un nido

El Síndrome del Niño Sustituto o de reemplazo sólo aparece y se puede entender a partir de una dolorosa pérdida perinatal. Esta ha podido ser provocada por un aborto espontáneo, un aborto terapéutico, una muerte súbita, la muerte del bebé a los pocos días del nacimiento… Es una pérdida traumática para toda la familia, pero en especial, para la pareja.

Los padres suelen tener dificultades para asimilar la muerte de su hijo en estas circunstancias, aunque esto dependerá, en gran medida, de las estrategias de afrontamiento que tengan los mismos, así como del apoyo social con el que cuenten.

Es importante destacar que la reacción social que provoca este tipo de pérdidas no ayuda, ya que se procura cubrir/ocultar lo que ha pasado o dar a entender que hay que olvidarlo. El entorno muestra una falta de empatía hacia las parejas por este hecho, lo que aumenta las dificultades emocionales y el afrontamiento de un duelo sano. De hecho, es posible que se genere una especie de conspiración del silencio en torno a lo ocurrido, convirtiéndose en algo tabú de lo que no se habla.

Los padres no son conscientes de que se quedan embarazados con el objetivo de sustituir al hijo fallecido. Es una consecuencia inconsciente de la no elaboración del duelo, ya que el sufrimiento por la pérdida es tal, que con el nuevo embarazo se busca cubrir el vacío de un dolor insoportable.

¿Cuáles son las características del Síndrome del Niño Sustituto?

¿Qué consecuencias puede tener para el nuevo bebé?

¿Cómo podemos evitar este síndrome?

Es importante ser consciente de que cada persona tiene un lugar único y no puede ocupar el lugar de otro individuo. De esta forma se fomenta una vida y existencia sana tanto para el hijo como para sus padres y/u otros familiares.

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