La terapia es como un viaje por distintos paisajes que hay que ir atravesando.
«Como ocurre en un viaje, la terapia supone partes más o menos difíciles. Podemos advertirle de que habrá momentos en la terapia donde todo le estará diciendo que se vuelva atrás, y que ésas serán precisamente las ocasiones más importantes para persistir. Como si se tratase de un recorrido por diversos paisajes, podremos encontrar cumbres montañosas que permitirán una vista clara de la dirección que se está tomando. Otras veces, la terapia será como un oscuro bosque donde cada árbol nos parecerá igual a cualquier otro árbol. En ocasiones como ésta, puede ser muy difícil ver dirección alguna, y requerirá un acto de fe par continuar poniendo un pie delante del otro. En ocasiones será como encontrar túneles que aunque formaran parte de la dirección elegida surgen, y pasarlos forma parte del viaje de la vida. Es más, a veces resultará como si los túneles contuvieran recovecos que parecen extraños y contrarios a la dirección elegida. Pasos como un acto de fe son los que pueden permitir seguir el camino.»