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El Síndrome del Savant: Personas con habilidades especiales

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Neuronas

El Síndrome del Sabio o del Savant recoge síntomas cognitivos especiales que muy pocas personas experimentan. Se estima que lo padece 1 de cada 2000 personas con déficits cognitivos, siendo más frecuente en hombres que en mujeres (6:1). El psiquiatra Darold Treffert ha dedicado sus años de investigación a los Trastornos del Espectro Autista (TEA) y al Síndrome del Savant, definiendo este último como un estado patológico según el cual algunas personas con trastornos mentales y pese a poseer discapacidades físicas, mentales o motrices, poseen una extraordinaria habilidad o habilidades mentales específicas. Es decir, una persona con una alteración mental puede mostrar una capacidad o habilidad muy superior a lo que se consideraría normal.

Aunque Darold Treffert es el principal investigador en este área, este síndrome fue descrito por primera vez en 1789 por Benjamín Rush, quien describió el caso de Thomas Fuller, un paciente que podía calcular la edad de las personas en segundos. Fue J. Langdon Down quien detalló específicamente este síndrome en 1887 utilizando el término ‘idiot savants’ para los casos que documentó de personas con facultades especiales. Este término ya no se utiliza debido a que resulta ofensivo.

Autolesiones. ¿Adicción al dolor?

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autolesiones

Las autolesiones, automutilaciones o autoagresiones, consisten en la realización de heridas sobre el propio cuerpo, sin intenciones de cometer un suicidio. Se trata de un daño físico que puede repetirse en el tiempo e incluso convertirse en una compulsión. La mayoría de las autolesiones se producen mediante cortes en la piel, aunque también pueden realizarse arañazos, mordiscos, arrancarse el pelo o darse golpes.

Aunque es una conducta que puede darse a lo largo de toda la vida, es en la etapa de la adolescencia donde se han documentado más casos.

¿Obesofobia?

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Burguer

La obesofobia o pocrescofobia se define como el miedo o el desagrado exagerado a engordar o hacia la gordura de otros. Es un miedo presente, especialmente, en sociedades occidentales.

Es un temor que pueden desarrollar tanto hombres como mujeres, aunque las mujeres son quienes poseen actitudes más negativas hacia la imagen corporal. Este temor a aumentar de peso o a tener obesidad puede fomentar la realización de conductas de riesgo alimentarias. La persona puede tender a compensar de alguna forma lo que ingiere, ya sea con ejercicio físico o vómitos autoinducidos, y/o a restringir la alimentación. Se muestra una alta preocupación por el peso y la figura.

¿Por qué en Navidad comemos de más?

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Pastel de Navidad

En estas fechas tan cercanas a la Navidad, parece que empezamos a concienciarnos de que nos esperan unas “buenas comilonas”. Pero, ¿por qué comemos más en los días señalados de esta festividad que en otros días del año?

En general, en los países desarrollados, la comida ha pasado de ser una necesidad meramente fisiológica a formar parte también de nuestro ámbito social. Comiendo podemos perseguir el fin de agradar a otras personas que nos preparan la comida esperando que la disfrutemos. Además de esto, muchas de nuestras relaciones sociales giran en torno a la comida, ya que quedamos con nuestros amigos para comer por ahí, por ejemplo.

Reaviva la llama del deseo

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chica en la cama con pétalos de rosa

La llama de la pasión y el deseo puede llegar a apagarse. Las relaciones sexuales en pareja no suelen tener una constancia invariable. Hay períodos en los que son más intensas y frecuentes y otros en los que menos. En general, al inicio de la relación este tipo de contacto es mucho más explosivo en todos los sentidos. Esto se puede explicar debido a la novedad, las ganas por vivir distintas experiencias, etc. Sin embargo, conforme pasa el tiempo, el sexo tiende a disminuir y a perder intensidad.

Si esto es temporal, es decir, si hay períodos en los que esa intensidad disminuye, pero en otros se recupera, no tenemos de qué preocuparnos, ya que es difícil, con las vidas que llevamos, mantener un ritmo constante. A veces, por preocupaciones laborales o familiares del día a día, no pensamos siquiera en el sexo, pero una vez que dichas preocupaciones desaparecen, se recupera el ritmo sexual.

¿En qué consiste el Síndrome del Niño Sustituto?

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Bebé sobre un nido

El Síndrome del Niño Sustituto o de reemplazo sólo aparece y se puede entender a partir de una dolorosa pérdida perinatal. Esta ha podido ser provocada por un aborto espontáneo, un aborto terapéutico, una muerte súbita, la muerte del bebé a los pocos días del nacimiento… Es una pérdida traumática para toda la familia, pero en especial, para la pareja.

Los padres suelen tener dificultades para asimilar la muerte de su hijo en estas circunstancias, aunque esto dependerá, en gran medida, de las estrategias de afrontamiento que tengan los mismos, así como del apoyo social con el que cuenten.

Es importante destacar que la reacción social que provoca este tipo de pérdidas no ayuda, ya que se procura cubrir/ocultar lo que ha pasado o dar a entender que hay que olvidarlo. El entorno muestra una falta de empatía hacia las parejas por este hecho, lo que aumenta las dificultades emocionales y el afrontamiento de un duelo sano. De hecho, es posible que se genere una especie de conspiración del silencio en torno a lo ocurrido, convirtiéndose en algo tabú de lo que no se habla.